En 2008, México vivió una ola de violencia relacionada con el crimen organizado que dejó alrededor de 5.600 muertos en el país, más del doble que los registrados en 2007. Reforma realizó un sondeo al respecto. En la opinión de la mayoría de los encuestados, las matanzas colectivas realizadas por parte de los narcotraficantes tuvieron un efecto más negativo (25%) que el del desempleo (20%) o el alza de precios (14%).
La mayor incidencia del secuestro fue catalogada por el 24% de los mexicanos como otro de los peores hechos del año que terminó. La encuesta revela que 2008 fue percibido como un peor año que 2007, ya que el porcentaje que lo calificó como malo o muy malo aumentó de 25% a 39%, de un año a otro. En general, los mexicanos opinaron que a ellos y sus familias les afectó personalmente más en 2008 la crisis económica (37%) y la inseguridad (34%), aunque otros mencionaron ambas cosas (29%). A diferencia de otras regiones, los habitantes del norte del país le dan más peso a la inseguridad (41%) que a la crisis económica (33%).
El sondeo fue realizado por teléfono a un conjunto de 850 personas y tiene un margen de error del 3,4%. Estos resultados dejan recapacitar sobre las pésimas estrategias del Gobierno federal para combatir tanto el narcotráfico como el secuestro. Es necesario reformular las estrategias a seguir durante el 2009, para reducir tanto la cifra de víctimas tan alarmante, como el descontento general de la población.
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