miércoles, 4 de febrero de 2009

A mayor educación, menor pobreza


La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) afirmó el 23 de enero que México podría reducir sus niveles de pobreza alimentaria (extrema) en un 18 por ciento si toda la población tuviera acceso a la educación primaria. Es una cifra significativa ya que México tiene una población de unos 107 millones de personas, según estimaciones oficiales.
En México la pobreza alimentaria, que aglutina a aquellos cuyos ingresos no son suficientes para adquirir una canasta básica de alimentos, afecta al 13.2 por ciento de la población. La pobreza de capacida-des, en la que se encuentra el 20.7 por ciento de los ciudadanos, incluye a las personas que si bien tienen recursos para cubrir sus necesidades alimenticias, carecen de los necesarios para invertir en salud y educación. La pobreza patrimonial, que afecta al 42.6 por ciento de los mexicanos, se refiere a aquellos que cuentan con alimentos, educación y salud, pero no pueden adquirir los niveles mínimos aceptables de vivienda, vestido, calzado y transporte para cada uno de los miembros del hogar.
En el país, el 18.8 por ciento de la población rural y el 8.9 por ciento de la urbana carecen de cualquier tipo de educación, según cifras del Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI) en 2005, las más recientes.
La investigación de la Cepal muestra evidencia consistente de que la educación básica en México es un mecanismo importante para ayudar a los individuos a salir de la pobreza tanto extrema como moderada. Sin embargo, el incremento de la calidad educativa en el país llevaría a un resultado más efectivo en el combate a la pobreza.


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